Durante los últimos 30 años, la práctica de Mindfulness está cada vez más presente en la medicina y psicología occidentales y es
reconocida como una manera efectiva de reducir los síntomas del estrés y la
ansiedad, aumentar la autoconciencia y mejorar el bienestar.
Podríamos decir que el Mindfulness es una forma
mental, o más bien la capacidad intrínseca de la mente de estar presente y
consciente en un momento concreto.
Este modo de estar conscientes o de atención hace
posible que nos relacionemos con lo que nos sucede en nuestra vida de manera
directa y ajustada, aquí y ahora. Se trata por tanto de una oportunidad de
tomar conciencia de lo que nos rodea e integrarlo adaptándonos de forma natural.
El mindfulness nos ayuda a relacionarnos directamente con nuestro estrés, ansiedad,
dolor, angustia, enfermedad, pérdida o con los desafíos y retos de nuestra vida.
El Mindfulness consiste en la capacidad de prestar
atención a pensamientos, emociones, sensaciones corporales y al ambiente que
nos rodea, con una actitud de aceptación, sin realizar ningún juicio ni entrar
a valorar si son correctos o no. En la práctica de la atención plena, la mente se
orienta a lo que es percibido en cada momento, en lugar de "engancharse"
con el pasado o el futuro.
“Mindfulness
es la capacidad humana universal y básica, que consiste en ser conscientes de
los contenidos de la mente, momento a momento”(Vicente Simón)
En nuestra sociedad vivimos muchas veces en modo
automático, la rutina, la prisa, la exigencia, la falta de sentido, etc y esto
hace que no pongamos atención en nuestras necesidades más profundas y que nos descuidemos
reaccionando de manera desadaptada, y andemos preocupados y angustiados con lo
que ha ocurrido y lo que está por llegar, sin ser conscientes de lo que ocurre
justo en el momento presente.
La atención plena facilita que recuperemos nuestro equilibrio interno, y que atendamos de forma integral a todos los
aspectos de la persona; el cuerpo, la mente y el espíritu.
“Estar
frente a la desnuda realidad de la experiencia, observando cada evento como si
estuviera ocurriendo por primera vez” (D. Goleman).
La experiencia de mindfulness se entrena en la práctica de la meditación.
La práctica de la meditación proviene de diversas tradiciones espirituales antiguas
(aunque se enseña de forma independiente a la religión) que acogen con naturalidad a la experiencia como
fuente propicia de conocimiento y plenitud. Esta práctica se basa en entrenar
el estar presente y consciente acogiendo cuanto sucede en nuestra experiencia,
sin realizar juicios; y siendo compasivos con nosotros mismos y con los demás.
La práctica de mindfulness/meditación, , no tiene como
objetivo único la relajación, la paz, la mente en blanco, sino que pretende
acercarnos a un estado de conciencia más pleno donde desarrollemos una mayor
capacidad de discernimiento y compasión, para vivir en el presente de una
manera plena.